CUARENTENA
Un abrazo robará tu aliento
Un beso te condenará a la muerte
Una
visita traerá el desahucio
Sepultura sin obituario, epitafio sin llanto.
Amanece en silencio y sin prisa,
En el
encierro, afuera el mundo vibra
Vibra
reclamando vida, una vida arrebatada
Sin
sentimiento de culpa.
La furia
desatada del indolente cónyuge
Sin ley ni pena, y en tono beligerante
Infringe oprobio, maldice, golpea
A quienes
por miedo y necesidad callan
Y en su
silencio por justicia claman.
Llevamos 40
días encerrados,
Contenidos, confinados,
exiliados
Pero tal
vez llevemos una vida
De
aislamiento colectivo, desterrados
Cegados por
nuestra falta de empatía.
La guerra
de los mundos se hizo cierta
El tercer
mundo sigue siendo la arena
Lobos y
corderos en cruenta disputa
Echan a
suerte quién tendrá la vacuna.
2020
fatídico, triste y cruel almanaque
La muerte
pulula Sin mirar linajes
De norte a sur, a diestra y siniestra
Pero
el vulnerable es quien lleva la peor parte.
La ambigüedad de nuestro actuar
Al hombre
tiene en constante ansiedad
Un contraste
en luz y sombra
Que a
nuestro orgullo busca atenuar.
¿Aprenderemos tal vez de este bizarro suceso?
O será más fácil olvidar lo ocurrido.
¿Pasaremos
la página de lo acontecido?
Emprendiendo
sin pensar un incierto destino.
Volver a
encontrarse, nuestro mayor anhelo
Tocarnos de
nuevo más allá de la piel
Sentir al
otro, sonreír, dar afecto
Amar
nuestra tierra, también serle fiel.
Salir a la
calle, al parque, la plaza
Al pueblo,
vereda, camino a la sierra
Estar en
familia, volver a estar cerca
Vivir,
caminar, volver a la fiesta.
Aprender
del encierro, aprender la lección
ser más solidarios, pensar en común
ser más solidarios, pensar en común
Tener empatía, menos agresión
Entre nuestras manos está la solución
Gobiernos
infames a voz en cuello repetirán
Que la
crisis nadie mejor puedo manejar
Congelaron arriendos, subsidios, “donatón”.
Como si no
fuera esto su gran obligación
Fallamos como
humanos, como especie y ciudadanos
Permitiendo
que otros asuman el control
De nuestras,
vidas, futuro y decisión
Triste destino, una gran decepción
Seguiremos caminando,
cuando ya todo acabó
Porque sin
memoria es más fácil vivir
Sin mirar
atrás es como muchos pueden surgir
Olvidando
su pasado y asumir que nada pasó.
Gracias a
quienes la historia nunca dejan de escribir
Para Quienes
la memoria colectiva es la prioridad
Aquellos
que a pesar de la cruel adversidad
Una enseñanza,
premisa siempre han de descubrir.
Cuando ya todo acabe, ojalá con prontitud,
El hombre
avaro deponga su ambición
Cese la
barbarie, abracemos a todos, tengamos
salud
Estrechemos
las manos, expresemos gratitud.
La
naturaleza afligida con fuerza nos llamó,
Atentos
dispuestos, oigamos su clamor
Vivos, unidos,
con humildad y devoción
Renazcamos; amemos la gran creación:
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