El
presente ensayo no pretende ser estrictamente un abordaje técnico o
exclusivamente académico. Es más bien
una reflexión desde experiencias de vida que encontraron eco en expertos de los
procesos de interacción en diferentes
comunidades humanas, y que hasta ahora
gracias al camino profesional que emprendo, muy seguramente me darán la
oportunidad de comprender las
complejidades del ser humano, de las comunidades, de las interacciones
socioculturales, las tensiones, los conflictos;
de las oportunidades de mediación
y los retos que suponen el embarcarnos en esta tarea. Como dice Zemelman (2011). "Ir más allá de lo
alcanzado, y con todos, y a pesar de
muchos construir caminos que nos lleven a vislumbrar nuevos misterios que son a
su vez nuevos renaceres".
Desde
esta perspectiva la mediación cultural
es una gran alternativa para acortar distancias, desescalar conflictos, cerrar
heridas, mirar al otro, aceptar la diferencia, respetar particularidades,
construir colectivos. ¿Cómo me sitúo
ante la mediación cultural? la mediación ha sido en mi vida un largo camino de aprendizaje desde la
explosión adolescente hasta el recato en la madurez. Son términos que brotan
más desde la sensibilidad y subjetividad de una mirada a experiencias muy
personales, que del conocimiento siquiera somero de las profundas
investigaciones que hasta ahora empiezo a descubrir existen al respecto. Me
sitúo en el momento de abrir mi mente hacia la exploración hacia la mejor manera de interactuar en el ámbito educativo y social como posible
mediador, al igual que con la seguridad que aceptando las diferencias, comprendiendo la
visión de los otros es desde donde se podría construir una sociedad más justa,
respetuosa, tolerante e incluyente.
Mi expectativa frente a lo que espero recibir de la mediación cultural para mi ejercicio profesional, es contar con el soporte argumental, herramientas, estrategias, discursos que pongan en contexto múltiples tensiones y conflictos, que den dirección en posibles mediaciones a situaciones que muchas veces tendemos a normalizar.
¿En qué situaciones concretas de mi contexto, barrio, municipio o región, veo la necesidad de hacer uso de la mediación cultural? Desde Choachí, la zona donde trabajo desde hace cinco años como docente, con una población que estuvo durante décadas infiltrada por diversos actores de violencia, lo que aisló a sus pobladores manteniéndolos inmersos en un profundo atraso en cuanto infraestructura y desarrollo social, pero que últimamente ha venido acercándose más a Bogotá y se ha transformado en un atractivo destino para pasear, disfrutar de su rica oferta gastronómica y también para vivir. Personas en busca de un clima templado, una vida tranquila y oportunidades laborales ha generado migraciones de personas desde diferentes zonas del de departamento y del país.
La reciente migración de personas y familias desde Venezuela no ha sido ajena a esta población de Cundinamarca, lo que ha generado interacciones multiculturales en un territorio con baja densidad poblacional, haciendo de Choachí otro territorio intercultural en las actuales circunstancias. Es imperativo involucrar la escuela para generar espacios desde la mediación cultural en la búsqueda de hacer de las migraciones una oportunidad de enriquecimiento recíproco entre todos quienes intervienen en dicho contexto y hacer de ésta un laboratorio hacia la sana convivencia.
¿Qué aspectos presentados por Carlo Giménez son
aplicables a la situación de mi contexto y cuáles se quedan cortos o son
insuficientes?
Según
Giménez (1997), se deben considerar
cuatro puntos básicos en la negociación desde la mediación cultural: las personas, los intereses, las
opiniones y los criterios. Algunos puntos esenciales o ideas - fuerza en
cada uno de esos ámbitos son: separar a las personas del problema; abordar las situaciones de conflicto desde las particularidades de sus protagonistas, para entender la situación y así construir conjuntamente mediaciones en posibles soluciones. Centrarse en los intereses, no en las posiciones:
Analizar los intereses comunes que pueden existir aún en situaciones de
conflicto para buscar mediaciones tanto desde las tensiones como desde las afinidades.
Pasar
de las posiciones a las opciones, inventar opciones en beneficio mutuo.
Trabajar juntos para crear alternativas que satisfagan a ambas partes. Pasar de las
protestas a las propuestas; crear espacios de participación donde
todas las partes sean escuchadas y tenidas en cuenta para encontrar objetivos comunes.
Insistir
en utilizar criterios objetivos. Apartar lo más posible la emocionalidad y el
prejuicio, establecer canales de mediación, de conciliación y de abordaje
objetivo de las situaciones de tensión, escuchar las partes y proponer arbitramento externo que haga seguimiento a los procesos de acercamiento.
Todo
lo anterior aplicado al ámbito educativo como punto de partida hacia una
cultura de la mediación cultural y la tolerancia. Particularmente desde una lectura del contexto donde me desempeño evidencio que en un país tan desigual, con
desidia por la ruralidad, cualquier proceso de mediación se quedaría corto sin
inversión y sin recursos. También observo como una posible amenaza que el
interés actual por formar profesionales
y promotores en mediación cultural se pierda en el auge desperdiciando la oportunidad
de incluirlo como un propósito de formación en la escuela
y por extensión en las comunidades.
Desde
mi contexto actual de una escuela rural, en un municipio pequeño, pienso que la
mejor manera de mediar en la interculturalidad debe estar centrada en reconocer
la memoria colectiva, los saberes regionales, reconocer la historia de los otros, permitirles ser parte de nuestros territorios, de contribuir en su dinámica, sin poner la diferencia como obstáculo sino por el contrario como un puente, que vincule de forma armónica a los otros, y hacer de la mediación la alternativa para desescalar las
tensiones generadas en múltiples ocasiones desde el mismo discurso en el aula. Como docente abriría espacios de debate, de
exposición de posturas críticas argumentadas, la escucha y el reconocimiento de los
otros.
La escuela es responsable de abordar temáticas que en otros contextos por falta de información o prejuicio no se darían y es en últimas la que estaría llamada a romper paradigmas que históricamente se han validado y configurado en perturbadores lastres que debilitan cada vez más el ideal de una sociedad más igualitaria e incluyente.
Empatía, promover la mirada de igual a igual, ser capaces de reflejarnos en los otros, hacer del otro mi espejo para nunca agredirlo, y de su reflejo mi sombra para siempre procurar su bienestar.
Referencias
bibliográficas
Giménez, C. (1997). La naturaleza de la mediación intercultural. Migraciones. Publicación del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones, (2), 125-159. Recuperado de https://revistas.upcomillas.es/index.php/revistamigraciones/article/view/4888/4712
Giménez, C. (2001). Modelos de mediación y su aplicación en mediación intercultural. En, Migraciones, Publicación del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones, [S.l.], n. 10, p. 59-110, ISSN 2341-0833. Recuperado de https://revistas.upcomillas.es/index.php/revistamigraciones/article/view/4376
Monsalve, L. (2020) ¿Qué son y de qué se
ocupan las mediaciones culturales? Recuperado de https://repository.unad.edu.co/handle/10596/38041
Giménez, G. (2005). La discriminación desde la perspectiva del reconocimiento social. En, Revista de Investigación Social, año I, núm. 1, verano de 2005. México, D.F. (pp. 31-45). Recuperado de http://ru.iis.sociales.unam.mx/jspui/handle/IIS/5259
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